El stress de la vida cotidiana me obligó a tomar unos días de descanso en Mar del Plata (después de ocho años, volví a "La Feliz"). Me encontre con una ciudad hermosa y pintorezca como nunca, pero lo que me sorprendió fue como el marplatense habia cambiado. Desde el mozo de la confiteria más paqueta de Playa Grande, hasta el diariero....Todos brindando una hospitalidad al turista, como no se ve ni en las mejores ciudades de Europa.
Hay una deseo tacito de imponer nuevamente a la "PERLA DEL PLATA" como tal. Y llevar a ese balneario a muchas familias que optaron por otras playas. Para esto, contruyen confiterias en lugares increibles, balnearios de última tecnologia, re-abrieron Acuarium, ect....
Todo para que los turistas elijan Mar del Plata cuando piensen en descansar.
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